Bogado mató en uso de su legítima defensa

“Sólo la verdad nos hará libres”, citó a San Pablo, Hugo Zapana, en el inicio de su alegato de defensa del hombre acusado de asesinar con un cuchillo al hermano de su joven esposa.
Y la verdad no sólo se manifestó, sino que aclaró a través de un fallo judicial que un hombre que trabajaba doce horas por día cortando pasto y podando árboles para la Municipalidad, para darle techo y comida a su esposa, suegra y cuatro niños, con 2.500 pesos mensuales, pudo cometer el error en su intento por defender sus bienes más preciados, y herir de muerte a su atacante.
El Tribunal Penal Dos halló culpable ayer a David Emanuel Bogado por apuñalar y matar el 23 de mayo de 2011 a su cuñado pero por el uso “excesivo en legítima defensa”, y no por “homicidio simple”, por lo que en lugar de afrontar una pena de entre 8 y 25 años de prisión, recuperará su libertad la semana próxima, ya que fue condenado a sólo dos años de cárcel, el mismo tiempo de celda que está a doce días de cumplir.
La última jornada por el crimen sucedido a las 10 del día citado en la chacra 128, barrio San Gerardo de Posadas, finalizó con la condena a Bogado pero evaluada de acuerdo a los artículos 79, 34 y 35 del Código Penal, es decir, no por “homicidio simple” como fue procesado por el juez Ricardo Balor, sino por el “uso excesivo en legítima defensa”.
A esa decisión arribaron los jueces Martín Roque González, Alfredo Escribano y el subrogante Marcelo Cardozo, cuyos fundamentos se conocerán el próximo viernes 17 de mayo.
En las dos jornadas de testimoniales, habría quedado probado que Bogado defendió a su familia del continuo acoso de Rodríguez, alias “Binchi”, joven de 26 años adicto al alcohol y las drogas, hermano de su concubina, quien ayer luego del fallo alcanzó a abrazar y prometerle “reiniciar la vida”, con sus hijos pero ya sin su madre, quien falleció hace pocos meses víctima, entre otras causas, de la depresión por el duro tiempo transcurrido, en un hogar marcado a fuego por la pobreza y el dolor de esperar que la Justicia escuche los pedidos de libertad para Bogado.
El fiscal Rolando Alberto Oliva solicitó la pena mínima por “homicidio simple”, ocho años, en un alegato duro, donde intentó explicar que Binchi Rodríguez estaba altamente alcoholizado la mañana de la pelea (2,50 grados de alcohol en sangre), y que no poseía reflejos ni fuerzas para defenderse de la estocada en la cintura que le propinó Bogado, y que le desgarró un riñón y venas que provocaron la posterior muerte por desangramiento. “Caía al piso con sólo tocarlo con la punta de un dedo”, graficó.

“Acorralado”
Hugo Zapana en tanto, desplegó con agudeza la refutación de la imputación y dejó en evidencia la vida tormentosa que Bogado y su familia atravesaron por los robos de objetos en su casa, y las amenazas que insistentemente profería “Binchi”, para conseguir dinero y seguir alocoholizándose y drogándose, según testigos “desenfrenadamente”.
“Bogado fue acorralado, era él o “Binchi”, su esposa, suegra e hijos o seguir siendo atacado a piedrazos por Rodríguez”, enfatizó en un tramo Zapana.
“Bogado apeló a la única ley posible ante una circunstancia trágica que hoy lamenta toda la familia”, remarcó el letrado, quien no soslayó e insistió en que el que inició el drama fue Binchi Rodríguez al ingerir media tableta de Clonazepam con caña y encarar a la vivienda de Bogado con piedras y gritos, romper a patadas la puerta e ingresar junto a su cómplice, se presume ya fallecido hoy, Aníbal Daniel Dos Santos, alias “Corrientes”.
Bogado sin alternativa, tomó entonces un cuchillo de 25 centímetros que había ganado, vaya paradoja de la fortuna, participando de un certamen de truco, y lo usó para defenderse y le asestó dos estocadas, una que resultó mortal en menos de quince minutos, y la restante que apenas atravesó la epidermis. 
Pero Zapana también remarcó que la cultura alcohólica y adictiva a las drogas de Rodríguez, lo convirtieron en un hombre “peligroso”, en ocasiones hasta superando la graduación que le detectó la autopsia.
Y cuestionó el porqué no se le encontró al cadáver restos de Clonazepam y otras drogas relacionadas: “Porque no se encuentra lo que no se busca”, aseveró.

“El infierno lo provocó Binchi”
David Bogado resumió a El Territorio  su sensación tras el fallo y analizó qué le espera por hacer cuando recupere su libertad en los próximos días: “Fueron dos años sufridos estando preso, muy jodidos, más cuando tenés gurisada chica y una mujer que en este tiempo los tuvo que dejar con otra persona para salir a laburar de lo que encuentre, pensar en esa situación me ponía muy nervioso en la cárcel, yo me la aguantaba pero los chicos no, gran parte del día sin su papá y mamá”.
Bogado desea recuperar su puesto de trabajo. Durante doce años fue empleado, planta permanente, de la comuna posadeña: “Ganaba 2.500 pesos, ese era el sostén de mi familia, cortaba pasto para Espacios Verdes (Municipalidad de Posadas) podábamos árboles, hacíamos distintas tareas de mantenimiento, con esa plata comíamos y comprábamos lo poco que podíamos y que Binchi (Rodríguez) nos robaba para comprar droga, era muy duro volver a tu casa y tu hijo llorando porque el tío le robó la bicicleta para cambiarla por falopa, o tu suegra y esposa destrozadas porque el tipo las amenazaba y les sacaba los pocos pesos que tenían”.
Recordó además que el incidente en que murió Rodríguez “lo provocó él, ya no podíamos vivir más así, me cagaba a piedrazos la casa y amenazaba: ‘te voy a poner de corbata las tripas’, era un infierno”.

Fuente: https://www.elterritorio.com.ar/bogado-mato-en-uso-de-su-legitima-defensa-1851024024695670-et

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